Elecciones: entre el Camaleón y el León

Por Diego Pasjalidis + ChatGPT

Había una vez un tranquilo y apacible reino donde vivían animales de todas las formas y tamaños. En este reino, cada cierto tiempo, se celebraban elecciones para elegir a un gobernante que guiaría a todos los habitantes. Sin embargo, en esta ocasión, algo extraño estaba sucediendo.

Los dos candidatos principales eran un camaleón y un león. El camaleón, astuto y maestro del camuflaje, prometía ser todo para todos. Decía lo que la gente quería escuchar en cada momento, cambiando de color y discurso según le convenía. Muchos ciudadanos se sentían confundidos y desilusionados, creyendo que no había un candidato digno de su voto.

Por otro lado, el león, aunque no era tan versátil como el camaleón, era valiente y honrado. Se había ganado la reputación de cuidar a los más débiles y tomar decisiones justas para el reino. Sin embargo, su sinceridad a veces resultaba cruda, y su forma de comunicarse no era tan elegante como la del camaleón.

El reino había tenido un tercer candidato, un pato simpático y amable, que habría sido la elección perfecta para muchos. Pero, por alguna razón, no había logrado llegar a la boleta electoral, lo que dejó a una parte de la sociedad desilusionada. Algunos de ellos estaban considerando no votar en absoluto, o simplemente marcar sus papeletas en blanco como un acto de protesta. Algunos creían que el león tenia algo de camaleón, tan solo porque compartían alguna letras comunes en sus nombres.

Los días pasaron, y el dilema se hacía cada vez más agudo. La campaña electoral estaba en pleno apogeo, pero la desilusión y la apatía crecían en el corazón de los ciudadanos. La gente se preguntaba si realmente valía la pena votar por el camaleón o el león, ya que ninguno de ellos les inspiraba total confianza.

Un sabio anciano, un búho que vivía en el reino, notó la preocupación en los ojos de la gente y decidió contar una antigua fábula que había escuchado en su juventud:

«Hace mucho tiempo, en un bosque muy lejano, se celebró una elección para nombrar al líder de todos los animales. Dos candidatos se presentaron: un camaleón y un león. El camaleón prometió a todos los animales que sería lo que quisieran que fuera, cambiando de forma y color para complacer a cada uno de ellos. El león, por otro lado, prometió ser justo y proteger a todos por igual, aunque su apariencia y sus maneras no siempre eran atractivas».

«Al principio, los animales dudaron, al igual que ustedes ahora», continuó el búho. «Pero después de un tiempo, vieron a través del camaleón. Siempre cambió su apariencia, pero nunca cumplió sus promesas. El león, aunque no era perfecto, demostró que estaba dispuesto a luchar por la justicia y la igualdad».

Los ciudadanos reflexionaron sobre la fábula del sabio búho y finalmente comprendieron la importancia de su elección. Aunque el pato no estuviera en la contienda, debían decidirse por el candidato que mejor representara sus valores y necesidades, incluso si no era perfecto. Era crucial que ejercieran su derecho al voto y tomaran una decisión informada.

Las elecciones se llevaron a cabo, y el león, en un resultado sorprendente, ganó por un margen estrecho. La sociedad había aprendido la lección de la fábula del búho, entendiendo que, a veces, lo mejor es elegir a alguien honesto y valiente en lugar de alguien que cambia de opinión como el viento.

El reino prosperó bajo el liderazgo del león, y los ciudadanos vivieron en paz y armonía, sabiendo que habían tomado la decisión correcta al votar en las elecciones. La fábula del búho se convirtió en una enseñanza valiosa que pasó de generación en generación, recordando a todos que, incluso cuando no se tiene una opción perfecta, el voto es una herramienta poderosa para dar forma a su futuro.


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